Descripción general
El autor de este monumento en bronce del año 1987 es el escultor valenciano Rafael Pi Belda. Sita en la Plaza del Alpargatero, se creó como un homenaje al pasado industrial de Cehegín y a los vecinos que tuvieron que emigrar a Cataluña como consecuencia de la desaparición de la industria del alpargate, que era su medio de subsistencia. Era tan importante este medio de producción que fue capaz de suministrar todo el calzado del ejército francés de la Primera Guerra Mundial. En Cehegín se ha hablado, y tratado, mucho de este tema en la primera mitad del siglo XX, todos saben que hasta los años 60 fue uno de los motores económicos de la localidad. Sin embargo, no es exclusivo de este siglo en cuanto a modelo de producción importante. Cehegín siempre fue un gran productor de alpargatas, al menos desde el siglo XVIII. En el siglo XIX la alpargatería era uno de los motores económicos, y posiblemente todavía más población que en 1950, o al menos un índice similar, se dedicaba a estos menesteres, que ya es decir.
Dice un documento conservado en el Archivo Municipal de Cehegín, datado hacia 1812, relativo a abastecimiento de alpargatas desde Cehegín para el ejército nacional durante la Guerra de la Independencia:
“Aunque tengo noticias que Roque Fernández, vecino de esa villa, ha llevado al cuartel general doce o trece cargas de alpargatas, se hace preciso que sea valiéndose usted del mismo Roque Fernández, cuyo celo y desinterés está bien acreditado, o por los medios que tenga usted por oportunos provea…”
En Cehegín hay una figura imborrable de la memoria y es la de los grupos de personas en la posguerra y años posteriores sentados en su banco y cosiendo alpargatas. Es la figura del alpargatero. Esa es quizá, una de las imágenes típicas del Cehegín de buena parte del siglo XX, pero desde tiempo inmemorial, al menos documentalmente desde el siglo XVI, lo encontramos en los documentos. Además, como entrelazado con el oficio, la producción de cáñamo siempre fue importante, y servía no sólo para abastecer a los propios alpargateros sino a toda una serie de oficios que los utilizaban como materia prima, por ejemplo para fabricar cuerdas y en otra infinidad de casos en que resultaba imprescindible. El cáñamo hasta no hace tanto tiempo era casi tan importante como el material plástico hoy en día. Y este pueblo era un importante productor. Los alpargateros se encargaban de abastecer a la villa de alpargatas con su producción. Si no era suficiente se traían desde pueblos vecinos. Ello estaba perfectamente regulado en las ordenanzas concejiles.