Descripción general
La llamada Casa del Concejo, edificio icónico del patrimonio histórico-artístico ceheginero, fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1984. Antes de esta casa consistorial, hubo otra en Cehegín, pero los temporales lo arruinaron a finales del siglo XVI, como dicen las actas capitulares del Ayuntamiento, del año 1597:
“En la villa de Çehegín, en una sala del ospital de nuestra Señora, hermita de la Concepción, se juntaron el Concejo, Justiçia e Regimiento desta uilla, es a saber, Martín Carreño Melgarejo, Alcalde Ordinario de esta uilla de el estado de hixosdalgo, Juan Muñoz, Alférez Mayor, Gaspar del Bayo, Juan de Obeso, Juan Fernández Roca, Diego García de Medrano, Cristóbal de Paredes Espín, Juan García Faxardo, Alonso Sánchez de Quirós y Cristóbal Fernández, regidores. Los quales se juntaron por estar la cámara de Ayuntamiento desta uilla por las lluvias que an caído tan grandes y tantas, a punto de caerse en este dicho lugar, y para proveer las cosas a que se an juntado, se platicó y proveyó lo siguiente…”
Durante buena parte del siglo XVII, hasta el año 1676, en que se terminan de construir las casas de Ayuntamiento y Cárcel, el Concejo se había estado reuniendo en casas particulares y otros edificios, por no haber casa de Concejo. Este documento nos acerca claramente al momento en que fue abandonado el edificio del Ayuntamiento de los siglos XV y XVI. Al parecer estaba en lo que hoy es la Plaza Vieja. Durante 80 años, la villa estuvo sin casa del Concejo debido a las dificultades económicas.
El edificio se inauguró en el reinado de Carlos II “El Hechizado”, siendo regente su madre Mariana de Austria. Edificio es de estilo renacentista, de dos plantas, la primera posee un zaguán de entrada con dos arcos separados por una columna toscana, la segunda con dos vanos enmarcados por semicolumnas toscanas, rematadas por un frontón triangular con el escudo de armas de la villa entre ambos. Una inscripción, existente entre los arcos, conmemora la inauguración del edificio: la obra de estas casas i carcel se acabó siendo alcaldes ordinarios desta villa don Alonso Carreño Quirós por el estado de los hijosdalgo i Gonzalo Adan por el estado llano. Año 1676. La ampliación urbanística de la pequeña placeta del Castillo incluía: Cámara de Ayuntamiento, Cárcel y Plaza Pública. La nueva plaza recibió varias denominaciones: la más empleada fue la de Plaza Mayor, posteriormente Plaza Constitucional, de Galán y García Hernández, Plaza del Caudillo y, finalmente, Plaza de la Constitución. Este nuevo espacio, sería escenario fijo del mercado semanal, cabildos abiertos, corridas de toros, comedias o mítines políticos.
“… la que servía de plaza era una calle de muy poca capacidad y respecto de estar fundada esta villa en un cerro y que las casas están edificadas en laderas, no hay puesto donde se pueda hacer plaza llana… si no es junto al castillo de dicha villa… comprándose dos casas… se podía hacer una plaza acomodada y la Cárcel y Sala de Ayuntamiento a un lado de ella…”
Actas Capitulares del Archivo Municipal. Año 1625.
Realmente la historia de la Casa del Concejo, o Casa-Cárcel como también es conocida, comienza antes de su propia edificación, cuando las antiguas casas consistoriales y sobre todo la Plaza Mayor quedaron pequeñas para las necesidades que ya comenzaba a tener una villa que, desde mediados del siglo XVI, crecía enormemente en población (en el año 1595 tenía unos 1200 vecinos censados para el pago del impuesto del alcabala), por lo que la población total del término rondaba, incluyendo a hidalgos y pecheros con sus familias, a cerca de 6000 almas. Ello hizo que, ya desde finales del siglo XVI, se plantease la urbanización de una nueva plaza y en ella colocar las Casas Consistoriales y la cárcel de la villa. Será en el año 1625 cuando comienza a llevarse a cabo el proyecto, con la compra y derribo de unas casas, que no terminará, precisamente por los graves problemas económicos, coyunturales, en todo el siglo XVII, hasta el año 1676.
Quizás, una de las características más peculiares es que albergaba las Reales Cárceles. El edificio estuvo en uso como Ayuntamiento hasta el año 1971, cuando, tras la compra de la Casa de Jaspe en 1969, el Consistorio pasó allí quedando la Casa-Cárcel posteriormente como sede y alojamiento del Museo Arqueológico Municipal.
Las Reales Cárceles se hallaban ubicadas en la parte baja de las antiguas Casas Consistoriales desde la construcción de éstas en el año 1676, cuya pared daba al callejón que dividía y divide dicho Ayuntamiento y el Palacio de los Fajardo. Todos los años, para el día 24 de junio, día de San Juan, se realizaba la elección de oficios concejiles entre los que estaba el de Alguacil Mayor y Alcaide de las Reales Cárceles, a quien se entregaba la vara del oficio que debía de cumplir por un año para encargarse de vigilar a los presos y ser el responsable de la cárcel y de todo lo que en ella había. A mediados del siglo XVIII se construyó un oratorio en la misma.
Presentamos un documento del año 1755, de 25 de junio, en que se refleja la toma de posesión del cargo por don Antonio de Cuenca Fernandez Piñero. El día anterior se había producido la elección en el Concejo.
Acta capitular, 25 de junio del año 1755
“Luego yncontinente se pasó a las Cárzeles Reales de esta villa y estando en ellas don Francisco González Ortega, Alguazil Mayor que deja de ser, hizo entrega de las cárzeles , grillos, cadenas, presos y demás prisiones que al presente se allan, a don Antonio de Cuenca, Alguacil Mayor actual, en la forma siguiente:
Tres cadenas sueltas senzillas
Un ramal de otra cadena que se quebró
Otra cadena de cinco ramales
Otra cadena que está en el calabozo
Siete pares de grillos
Un yunque, un botador y martillo
Siete (digo) onze llaves de las puertas de dichas cárzeles, y sus casas, con dos candados.
Asensio Chico, preso de riesgo por causa criminal
Domingo Muñoz, preso de riesgo por causa criminal
Don Salvador Murillo, preso también en dicha cárzel por causa criminal
Salvador Murillo, su hijo, preso también en dicha cárzel
Juan Martínez, calamaco, preso en dicha cárzel”
De todo lo cual se entrega y encarga dicho don Antonio de Cuenca como Alcayde de dichas Reales Cárzeles y Alguacil Mayor de esta villa por el estado de los hijosdalgo y se obliga a dar buena quenta de todo ello y no soltar a dichos presos sin mandamiento de fuerza competente bajo las penas de su ofizio. Y así lo otorgo siendo testigos Pedro Guillén, Pedro López de Cuenca y Salvador Rubio Caparrós, regidores de esta villa.
Firmaron los dichos don Antonio y don Francisco, y a todo yo el escribano doy fe e conozco.
Don Antonio de Cuenca Fernández Piñero
Don Francisco González