De las murallas que protegían la Villa quedan restos diseminados como el de la presencia de una puerta almohade de la alcazaba y un lienzo de muralla, que originariamente seguía las sinuosidades del terreno hasta llegar a la Torre de la Coracha en el Alcázar, para continuar por la Peña del Judío hasta la puerta de la Villa en la Plaza Vieja y que seguía por lo que hoy es la calle Nueva para cerrar el amurallamiento. Esta construcción se realizó a base de un encofrado con argamasa de cal y grava, todo ello de época musulmana por los materiales encontrados hasta 9’40 metros de altura que se conservan actualmente.“Está una torre caída encima de la Puerta de Caravaca que se dice la torre Lugarica y es ciega fasta mas de le meytad”. Juan Torres Fontes “Documentos para la Historia Medieval de Cehegín” 1982Como los lectores saben, el núcleo urbano de Cehegín, durante la Edad Media, estaba cercado por una muralla que, en el siglo XV, se amplió, tal y como nos indican las Visitaciones de la Orden de Santiago. Las torres tenían sus nombres, que aparecen en la documentación de la Orden, ya que vienen a coincidir con alguna casa o personaje que viviese aledaño a la construcción defensiva. Así, comenzando por la calle Nueva, y siguiendo hasta la Puerta de Canara, desde allí continuaba por la placeta de los Alpargateros hasta la torre del Pozo y desde allí seguía el lienzo de muralla, hasta la calle de Santa María Magdalena y de allí a la Puerta de Caravaca. En el siglo XV se cerca el espacio del arrabal, bajo el lienzo original de la muralla y la ladera de la Peña del Judío hasta la torre del Pozo. Así desde la calle Nueva hasta la de Santa María Magdalena los nombres conocidos de torres de la muralla son: Sancho Rodríguez, Martín González, de la Puerta de Canara, Lope Yánez, del Ladrón de Agua o del Pozo, de Alfonso Dávila, de Martín Peres, de la Puerta de Caravaca (o Pero de Córdoba). Por otro lado las torres del castillo o fortaleza eran denominadas, del Homenaje, torre Mocha, del Mirador, del Alhory, de la Cocina y de la Esquina. Las torres de la muralla de la villa que nombramos son las que aparecen en las Visitaciones, aunque había sin duda más, ya que la cerca de la ladera de la Peña del Judío hasta cerca de la torre del Pozo debió de tener, al menos, sus cuatro o cinco torres, y en el lienzo de muralla de la parte este del arrabal también había otras tantas que no han podido ser documentadas. Las que nombramos pertenecen a la muralla primera de época cristiana de la villa. Tenemos documentados dos caminos principales de entrada a la villa, de la segunda mitad del siglo XV, y del siglo XVI, desde el camino de Caravaca, uno de los cuales llegaba directamente a la puerta con el mismo nombre, la puerta de Caravaca, que entraba desde lo que hoy es la calle de Poniente (este nombre de Poniente se le puso ya en el año 1896 pero a principios de la Edad Moderna era camino), desde allí llegaba hasta cerca de la Soledad para subir por las Peñicas ( hoy calle Peñicas) y por Rocines, trazado que después, cuando se urbanizó, pasó a ser calle, y terminaba, como decimos, en la dicha puerta de entrada a la villa. Hablamos del siglo XV y principios del XVI ya que, todavía en 1522, se habla en los documentos del camino de las Peñicas y de los Rocines. Casi en la Soledad, el camino que llegaba por lo que hoy es la calle de Poniente, que era el de Andalucía y Caravaca, se segregaba y una parte subía tal y como hemos indicado, pero la otra seguía hacia delante, bajaba hasta el Cubo y hacía subida para llegar sobre la torre del Pozo, circunvalar la población y enlazar con la otra puerta de la villa, la de Canara. La verdad es que hoy en día cuesta mucho trabajo imaginar que por allí pasase un camino de los principales de entrada, por el que circulaban carros, bestias y personas, pero así era. Así pues, por la parte oeste de la villa, teníamos un camino que enlazaba las dos puertas, la de Caravaca y la de Canara, pero también otro que pasaba junto a la torre del Pozo, que creemos que se abrió ya en el siglo XVI, pues con seguridad el que subía por Rocines era medieval, aunque está documentado, como hemos dicho anteriormente, desde el año 1522. Hay muchos topónimos que, por desgracia, con el tiempo han ido desapareciendo del repertorio usado en el pueblo para las denominaciones de determinados lugares. Este lugar de la Puerta de Caravaca tiene un interés especial, tanto por la zona en que se encuentra como lo que puede aportar en determinados aspectos históricos. Ubiquémonos. Está al principio de la actual calle de Esteban Zarco. La muralla de la Villa partía desde aquí, por la calle de Santa María Magdalena, para tomar su trayecto hasta la torre del Pozo. Este lienzo de muralla se encargaba de dividir los barrios del Arbollón y del Marmallejo. Pues la documentación del siglo XVIII, fundamentalmente, nos habla del topónimo llamado el “postigo de los Asnos”, ubicado en este enclave. Un postigo, como todos saben, es una puerta pequeña en una casa, o una muralla, u otros lugares que puedan tenerlo. Era la puerta de Caravaca. En esta zona estaba la botica, como bien la nombra la documentación de la época. Tanto el barrio del Arbollón como el del Marmallejo ocupaban un espacio más extenso, y en este caso, el primero, donde se hallaba el postigo de los Asnos, vendría a ocupar las actuales calle de Polo de Medina, pintor Pascual, Clemencí, Romea etc. Lo que sí sabemos es que la botica se hallaba frente a la puerta de Caravaca. Por otro lado, esta puerta, aún el siglo XVIII, era un lugar de tránsito, de salida y entrada, importante para una parte del pueblo, aunque no al nivel del Parador o la calle de la Tercia, ya que la conexión mediante una calle entre las dos puertas medievales (la de Caravaca y la de Canara) seguía plenamente vigente en esta época. He aquí un par de referencias sobre esta zona. Año 1752“Juan Ibáñez Puerta, vecino de esta villa. Como más aia lugar digo: que en la poblazión de esta villa y barrio que llaman el aruollón o, por otro término, el Postigo de los Asnos, hay un solar linde con casas mías que heran de Jorge Durán y mi suegro, y herederos de Pedro Durán, y la torre que está debajo la puerta que llaman de la Villa, en el qual dicho solar quiero levantar unos quartos de casa…”Año 1759“Andrés Sánchez, voticario, vezino de esta villa, ante vds. como más aia lugar, digo. Que por compra que tengo echa poseo por mia propia una casa en el varrio de la puerta de la villa de esta poblazión que es la que está enfrente de la votica, cuia casa nezesita de una caballeriza y descubierto, que no los tiene, y para hazerlo, nezesito para mayor seguridad de el solar contiguo a dicha casa, linde ella, y la muralla…” Este topónimo es bonito, de esos que huelen a tradición. Su origen casi con seguridad reside en que existiría una pared donde se tenía la costumbre de atar los asnos, en la parte interior, quizá de la torre de la puerta de Caravaca, ya en la calle de Esteban Zarco, o junto a ella, pues la propia documentación nos dice que estaba en el barrio del Arbollón, que justamente está en la parte norte de la puerta de dicha torre, en tanto el barrio del Marmallejo ya englobaba la zona de la parte sur.Para la investigación de topónimos esta zona es una joya.