Es un edificio con dos partes bien diferenciadas: una barroca, con entrada enmarcada por dos columnas de orden jónico, y otra neoclásica, con un escudo de la familia Álvarez en su fachada. En el interior posee un interesante claustro o patio-corredor, fabricado en madera, que cuenta con un aljibe central. La construcción estuvo destinada en un principio a monjas de la Concepción; por ello tiene una disposición claustral. La puerta principal está flanqueada por dos columnas jónicas. Es de destacar el alero con zapatas adosadas y cenefas decorativas encuadrando vanos y paramentos. La casa perteneció desde el siglo XVI a la familia de los Góngora, entre los que destacan en el siglo XIX don Alonso de Góngora Faxardo y su hijo de Alonso de Góngora Quirós. Don Alonso de Góngora y Fajardo, fue un importante personaje del mundo de la cultura local durante la primera mitad del siglo XIX, además de ser también un importante personaje de la sociedad y élite económica ceheginera. Escribió, entre otros, una crónica de la historia de Cehegín, titulada “Noticias averiguadas por mí, don Alonso de Góngora y Faxardo, en este año de 1818”, que se amplió en años posteriores. Nació el día 6 de julio de 1794 y fue bautizado el día 9 del mismo mes y año con el nombre de Alonso Beltrán Lucía Dolores Josef Antonio María Francisco de Paula, hijo de don Alonso de Góngora Guevara y de doña Manuela Fajardo Fernández En su sangre llevaba las ramas de Góngora, de Fajardo, procedente de la ramas del Beltrán Fajardo del siglo XVI (hijo de Juan de Chinchilla Fajardo), Guevara, Carreño etc, o sea que en él se concentran las más importantes líneas nobiliarias que habían cohabitado en Cehegín. Se casó con doña Ana María de Quirós. Su hijo don Alonso de Góngora Quirós fue un importante hacendado ceheginero del siglo XIX, que además al unir a su apellido el Quirós y la genealogía de su madre, doña Ana María, prácticamente llevaba en sí la sangre de toda la nobleza ceheginera desde el siglo XVI. Éste fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa María Magdalena en 14 de agosto del año 1813. Tuvo varias propiedades en la calle Mayor de Abajo y calle de la Tercia. Además, como gran hacendado tenía un buen número de fincas rústicas repartidas por todo el término municipal de Cehegín. Posteriormente la casa fue adquirida por don Telesforo Ortega y Rivas, farmacéutico. Don Telesforo Ortega y Rivas, natural de Tendilla, en Guadalajara, fue un insigne y conocido farmacéutico que se asentó en Cehegín y creó una rama familiar muy conocida en el pueblo. Nació en 5 de enero de 1857. Vino a Cehegín bastante joven, en 1863, acompañando a su tío don Cayo Ortega y Muñoz, que fue párroco de la parroquia de Santa María Magdalena. Casó con doña Emilia Lorencio Clemente, con la que tuvo una nutrida descendencia. Hijas suyas fueron las cuatro hermanas conocidas popularmente como “Las Boticarias”, Josefa, Emilia, Teresa y Carmen, que residieron en esta casa de la calle Mayor de Cehegín hoy conocida con ese nombre, y también fue el padre de don Francisco Ortega Lorencio, farmacéutico. Su primera farmacia estuvo ubicada en la calle de la Unión y después aquí.